Ernesto Silva UDI
7 abril, 2014 | 12:53 hrs.
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A dias del encuentro en Punta Tralca, Silva adelanta definiciones

Ernesto Silva UDI

Ernesto Silva

El Mercurio, lunes 07 de abril.

En la víspera del consejo programático del partido, que se realizará este viernes 11 y sábado 12, Ernesto Silva, postulante para suceder al diputado Patricio Melero al mando de la UDI, da cuenta de sus prioridades y la agenda con que espera posicionar a la colectividad. Las elecciones están fijadas para el 9 y 10 de mayo.

¿Descarta una mesa de consenso que dirija a la UDI los próximos años?
-La competencia nos ha hecho muy bien como partido. Nuestros militantes tienen derecho a elegir la visión de futuro que más nos identifica y a quiénes consideramos pueden liderar mejor ese proceso. Así como no hay que temerle a los cambios internos, también digo que en estos momentos la competencia es necesaria y enriquecedora para el partido. El debate, el diálogo, la confrontación de ideas le hacen bien a la UDI y no harán más que acercarnos a construir el proyecto que queremos ofrecerle a Chile.¿Qué militantes históricos del partido respaldan su candidatura?
-Hay cientos de militantes históricos que comparten nuestro diagnóstico: es imposible enfrentar el futuro sin hacer cambios relevantes. La UDI tiene muchos históricos a lo largo de Chile, en todas las regiones, que han dedicado una vida a construir un proyecto político diferente, y los veo a todos muy motivados con iniciar una nueva etapa. Además, no he escuchado dos opiniones diferentes sobre la necesidad de un cambio: Evelyn Matthei, Pablo Longueira, Jovino Novoa, Andrés Chadwick, todos han planteado que la UDI tiene que liderar una nueva etapa para Chile.
¿Qué énfasis buscará desarrollar en una eventual dirección del partido?
-Volver al estilo original de trabajo de bases, cercano a las personas y preocupado de nuestros militantes. Además, asumir los cambios en Chile e interpretar y representar a la clase media vulnerable que se siente sola y sin respuestas. Debemos ampliar nuestro discurso y acción. Para eso, no podemos tener miedo a remecer lo establecido, a hacer los cambios necesarios para fortalecer nuestra identidad y tener opción de ser gobierno en los próximos años.
¿Por qué la UDI pasó de tener 39 a 29 diputados?
-Faltó sintonía fina con los cambios que se estaban produciendo en Chile, y una lectura más precisa de las demandas ciudadanas y la exigencia de una nueva forma de hacer política. Hubo una falta de continuidad el estilo de trabajo que llevó a la UDI a ser el partido más grande, un distanciamiento con su identidad. Esto se sumó a la incertidumbre generada por el voto voluntario.
¿Qué cambios se deben realizar a la declaración de principios del partido?
-La UDI tiene valores fundamentales, que vamos a defender siempre; en eso no hay dos lecturas. Lo que sí creo necesario, es hacer una revisión completa de nuestro proyecto político para proyectar nuestro liderazgo político para los próximos 20 o 30 años. Ese es un desafío que requiere mucha valentía y del que depende si la UDI se va a transformar en un partido de nicho, que va a aspirar solo a influir o se va a levantar de aquí en adelante como un partido con vocación de gobierno. Para ello, debemos hacer cambios que no pueden quedarse en lo estético. No se trata solo del discurso, el relato o los acentos programáticos, sino también de remecer las bases y recuperar el liderazgo.
¿Qué planteamientos realizará en el consejo de Punta de Tralca?
-Jaime Guzmán siempre nos convocó a anticipar los cambios y ser un partido que liderara desde las ideas y la acción. Este es, sin duda, el inicio de un intenso trabajo, que se prolongará todo este año y tendrá cuatro objetivos fundamentales: retomar nuestro estilo de hacer política iniciando una nueva etapa de participación; liderar la oposición para defender nuestras ideas y proyectos; constituirnos como alternativa de futuro a la izquierda, y construir desde ya una estrategia presidencial que nos permita llegar a la Moneda en 2018.
¿Considera que se debe aumentar el padrón electoral en la interna del partido?
-Sí, pero se requiere más que eso. Es importante aumentar la participación, establecer un nuevo trato con nuestros militantes y ampliar nuestra base de electores. No podemos seguir dirigiendo nuestro proyecto y discurso a los mismos que en 1990. No solo Chile cambió, sino también la UDI.
¿Cuál es el desafío que enfrenta la UDI como oposición?
-Por lo que hemos visto hasta ahora, enfrentamos a un oficialismo dividido, que por una parte aspira al diálogo y por otra amenaza con retroexcavadoras. Seremos una oposición dialogante y constructiva, pero también muy firme para levantar la voz y defender lo que hemos logrado. Si nos encontramos con un gobierno que quiere arrasarlo todo, no dudaremos en oponernos no solo con nuestros votos, que muchas veces no serán suficientes, sino que también en la calle, explicándoles a los chilenos lo que creemos justo. Estamos frente a una coyuntura histórica. Nunca antes, desde el retorno a la democracia, hubo un gobierno tan de izquierda y tan presionado por los movimientos sociales.