30 diciembre, 2013 | 12:33 hrs.
Compartir en:
Share

Ernesto Silva “Es tiempo de cambios en la conducción de la UDI”

Revista Cosas, edición Verano.
Por: Paula Bengolea / Fotos: Bárbara San Martín 

cosas 2
Firme y claro está hablando este joven diputado que aspira a participar en el equipo de relevo de la tienda gremialista. A su juicio, a la UDI no debe pasarle lo mismo que llevó a la DC a su situación actual. 

Para muchos, está claro que será este abogado de 38 años, diputado y padre de cinco hijos quien tomará las riendas de la UDI a partir de marzo. Lleva el servicio público en sus genes y hasta ahora su manera de hacer política le ha valido el apoyo del electorado en el ya famoso distrito 23.

“A diferencia de la mayoría de las personas, yo tuve desde chico una experiencia muy positiva con lo público. Me tocó ver a mi papá (el empresario Ernesto Silva Bafalluy) y sus amigos fascinados y motivados, viendo que eran capaces de influir y ayudar a disminuir la pobreza y generar nuevas oportunidades. Eso es lo que me motiva y la UDI es un canal enorme de servicio público”, señala.

–¿Por qué perdió la derecha, a su juicio?

–Tenemos una tarea pendiente que es construir una agenda de futuro. Es el principal desafío que tenemos hoy. Cualquier análisis que conduzca a la división es pésimo, pero lo que no podemos dejar de entender es por qué perdimos un millón y medio de votos. Esos votos los debemos rescatar con agenda de futuro. Esa debiera ser la principal tarea. Para nosotros, la división durante mucho tiempo tuvo costos. Si hay una lección que se debiera sacar es que la única forma de ganar y ser mayoría es con unidad, lo que nos costó mucho tener los últimos años.

–¿Qué valora del liderazgo de Evelyn Matthei durante estos meses de campaña?

–De las cosas rescatables de la segunda vuelta está la audacia que tuvo para apostar por un cambio de liderazgo, que demostró que pueden convivir unidad y diversidad. Esa es la lección que he sacado en este último tiempo: que la centroderecha debe ser capaz de convivir en la diversidad y trabajar con unidad.

“La nueva generación debe ser capaz de construir un agenda de futuro con unidad y ésa se construye sin dejar a nadie afuera. Creo que es un error asociar la renovación sólo al cambio de carnet de identidad. Acá se requiere una agenda inclusiva que reconozca la diversidad y tolere la diferencia.

“Yo encontraría inaceptable que nuestro gobierno quedara como un paréntesis. Debemos lograr construir que la alternancia llegó para quedarse y para eso debe venir una agenda de futuro que la debe encarnar una nueva generación. Hay varios profesionales que van a salir del gobierno y que creo van a poder dar cauce a esa inquietud”.

–¿Cuál es el ranking de responsabilidades en esta derrota de la derecha? 

–Cualquier diagnóstico que conduzca a la división o a las culpas no sirve. Para mí, la gran reflexión, insisto, es por qué perdimos un millón y medio de votos. Para revertir eso debemos salir a convocar y para eso hay que entender que Chile ha cambiado, y desde nuestras convicciones debemos contestar las preguntas nuevas. Eso significa pensar con libertad, aceptar la diversidad, pero al mismo tiempo tener convicciones. Las posiciones a medias tintas no sirven, hay que plantarse en las posiciones y entrar en el diálogo con otros para hacer una agenda profunda.

–¿Qué faltó para encantar al electorado y lograr así más votos?

–Para el poco tiempo que tuvimos, Evelyn hizo una gran campaña. Nosotros llegamos a ser gobierno por unidad y ahora eso nos faltó en algunos momentos. Creo que esta unidad hoy se va a dar con nuevos liderazgos y ofertas de futuro. La derecha tiene clarísimo que las culpas conducen a una mayor división y en ese ejercicio no me voy a desgastar.

 –Al Presidente Sebastián Piñera, ¿cuánto le corresponde en esas responsabilidades?

–Creo que cuando Evelyn Matthei dijo, luego de la derrota, que era la única responsable políticamente, hace un acto de tremenda generosidad, pero comete un error. La responsabilidad es de toda la coalición y eso incluye a los candidatos, a los parlamentarios, a los partidos políticos… a todos.

–Y al interior de la UDI, ¿se hace alguna autocrítica?

–El hecho de ser gobierno volvió muy difícil a veces para la UDI, en pos de la unidad, hacer planteamientos políticos que marcaran opiniones distintas, pero que coincidían con nuestras visiones. Creo que eso ya lo aprendimos. La UDI es el partido que tiene más parlamentarios hoy y tiene una gran oportunidad de construir mayoría y para eso debe volver a hacerse cargo de la pobreza y de la clase media emergente, con un estilo de hacer política que tenga una mirada colectiva por sobre la individual y que sea un partido capaz de responder las preguntas de los chilenos desde nuestras convicciones.

–¿Fue un error haber bajado a Golborne? 

–En su momento fui contrario, porque no me pareció la mejor decisión. Creo que los proyectos políticos no pueden centrarse en una sola persona, que es el problema que tiene la Concertación con el Partido Comunista que no van más allá de Michelle Bachelet. En eso tuvimos muchas dificultades, pero fuimos capaces de mostrar tres liderazgos distintos en poco tiempo. Pocos partidos políticos tienen la fuerza, la organización y la disciplina para dar viabilidad a esos proyectos. Con todas esas dificultades se ha ido mostrando que los líderes encarnan un ideario y un proyecto que se ofrece al país. Ahora tenemos la tarea de construir liderazgos a cuatro, ocho o 12 años.

–Cuando se enfermó Pablo Longueira, ¿por qué no dejaron como candidato a Andrés Allamand, dueño casi de la mitad de los votos de la derecha en las primarias?

–En ese momento la Alianza apostó por la unidad y creo que tomó el camino correcto.

–¿Qué precio debiera pagar la UDI por esta derrota?

–Este es un momento de oportunidades. Tenemos que recuperar los votos perdidos que mucho tienen que ver con ese mundo popular de una clase media emergente que busca oportunidades y que normalmente ha sido muy interpretada por la UDI. Esta es una oportunidad para conocer las preguntas que ellos tienen y las respuestas que tiene que dar nuestro partido.

–Las propuestas que hizo Evelyn Matthei no sintonizaron finalmente con la gente. ¿En qué debe cambiar la UDI entonces?

–Cuando mejor anduvo Evelyn fue cuando hablaba de trabajo y de solidaridad. El mensaje más representativo de Evelyn durante la campaña fue cuando insistía en que en Chile hay que premiar y no castigar el esfuerzo. Hay que reconocer a quien respeta las reglas del Transantiago, a quien se preocupa de la educación de su hijo, al que no se salta la fila en los consultorios, al que no pide beneficios cuando no los tienes… a ese chileno se le está hablando poco. Durante mucho tiempo la UDI construyó políticas públicas bajo el paraguas de la pobreza, pero ésta ha bajado del 45 por ciento al 15. Ahora hay que entender los requerimientos de ese 15 por ciento.

–¿Llegó la hora del retiro para los coroneles de la UDI?

–Creo que es tiempo de cambios en la conducción de la UDI y eso no sólo tiene que ver con la edad. Valoro lo que hicieron Pablo Longueira, Andrés Chadwick, Jovino Novoa… de plantear que era el momento de un cambio en la conducción y de que veían liderazgos potentes en las nuevas generaciones. Nosotros estamos con todas las ganas de trabajar en unidad para darle conducción a futuro, pero nada va a surgir si no hacemos un agenda programática entendiendo los problemas de hoy. 

 “A PREPARAR LA CANCHA”

–Renovación Nacional ya tiene posicionadas varias cartas presidenciales para el 2017, como Piñera, Allamand, Ossandón o Espina. ¿Quiénes se vislumbran al interior de la UDI?

cosas 1

–En el Congreso lo que se va a observar en los próximos años es una multiplicidad de liderazgos y aún es incierto cómo se van a desarrollar. La UDI no saca nada con posicionar liderazgos si no tiene una oferta concreta. Yo veo con en entusiasmo el rol que jugará Jacqueline van Rysselberghe en el Senado, me encantaría que Evelyn Matthei siguiera presente… están también Jaime Bellolio, Felipe de Mussy, Ena von Baer, Javier Macaya, Gustavo Hasbún, Felipe Ward, José Antonio Kast, entre muchos otros. Espero que la UDI se ponga a preparar la cancha para los próximos ocho o 10 años.

–¿Tiene ganas de dirigir la UDI?

–Me encantaría ser parte del equipo de conducción de la UDI en cualquier rol pero, más que eso, me gustaría ser parte de la construcción de la nueva oferta de futuro de la centroderecha. Me gustaría abrir las puertas y convocar a mucha gente nueva para volver a ser mayoría.

–¿De qué manera podría encarnar una renovación en su partido?

–A mí me gustaría ayudar a que los liderazgos exploten sus talentos y jueguen roles potentes, participar con convicción y sin complejos en la definición de la oferta a futuro y ayudar a reclutar a muchos jóvenes para el servicio público.

–¿Cuál es el itinerario a seguir?

 –La UDI tiene planteado que en su Consejo Directivo ampliado del 10 y 11 de enero debe hacer una revisión de lo que ha sido este tiempo, es decir, ser gobierno, los resultados parlamentarios, la presidencial… para luego trabajar hacia el futuro. Esto se manifiesta en que habrá un proceso de cambio de Consejo General y directiva entre marzo y abril de 2014. Ese es el ciclo. //@revistacosas>