14 septiembre, 2015 | 11:01 hrs.
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Sin orden en La Moneda, no hay orden en Chile

El orden en política descansa en dos principios: la autoridad y la libertad. La autoridad es el inicio y la libertad la consecuencia.
La encuesta CEP del último viernes, además de poner al Gobierno al borde de la ingobernabilidad con el pobrísimo 22% de aprobación a la Presidenta, ratifica que para la mayoría del país el problema de la inseguridad es una absoluta prioridad.

Pero ¿qué esperanza tenemos de que este gobierno ponga mano dura contra la delincuencia? Definitivamente ninguna, pero por una razón muy simple. Si en La Moneda no hay autoridad, si en La Moneda no hay orden, ¿cómo podemos esperar que desde La Moneda se establezca el orden en el país?
La Presidenta y la Nueva Mayoría jamás van a enfrentar a la delincuencia como correponde porque tienen un trauma con todo aquello que sea símbolo de autoridad.

Este gobierno pretende tratar con guantes blancos a la delincuencia, olvidándose de usted, de su madre, de su esposa y de sus hijos; y la mejor demostración de esto la hicieron los parlamentarios de izquierda el miércoles pasado en el Congreso al responderles con un “portonazo” a todos los ciudadanos preocupados por la seguridad del país al rechazar la indicación de aplicar las penas efectivas al robo en lugar habitado y al robo con violencia o intimidación. Y no es la primera vez que lo hacen: rechazaron la ley antiencapuchados, no aplican la ley antiterrorista.

Aprobaron aspectos importantes, pero los complejos hicieron que no se atrevieran a hacer lo necesario: enfrentar la delincuencia de frente y en todo momento, aplicando las penas efectivas por violencia en los hogares.
Las encuestas, usted, yo y miles de chilenos le hemos pedido a la Presidenta, que aplique el principio de autoridad, pero este gobierno está más preocupado por la ideología de sus reformas, que por usted y su familia.

Todos les hemos pedido que actúen, todos les hemos pedido que aprueben las leyes antidelincuencia, pero su tranquilidad, la de sus vecinos y la de todos los chilenos, definitivamente NO son prioridad para este gobierno.

El programa de reformas fracasó, la política económica fracasó, la política de salud fracasó y como lo dijo el mismo ministro del Interior, en la lucha contra la delincuencia, también fracasaron. Este gobierno terminó y debemos prepararnos para un nuevo ciclo, para una nueva forma de hacer política, en la que su seguridad sea mucho más importante que cualquier ideología.

Diputado Ernesto Silva M (Publimetro) – 14 de septiembre 2015.