Postnatal: es deseable flexibilidad para todas las mujeres
La propuesta de extensión del postnatal cumple con creces el compromiso asumido en el programa de gobierno y en la campaña presidencial.
La propuesta de extensión del postnatal cumple con creces el compromiso asumido en el programa de gobierno y en la campaña presidencial. Para muchas mujeres, se había transformado en un compromiso fundamental de este gobierno, en el anhelo de fortalecer el apego a sus hijos y compatibilizar su realidad laboral con el desarrollo de su familia.
El postnatal es un beneficio para la familia, pero está pensado especialmente para el bienestar de los hijos. Cada día tomamos más conciencia de la relevancia del apego y de la generación de vínculos entre el hijo y la madre en la primera etapa de la infancia. Desde ese punto de vista, la extensión del postnatal es una medida que va en la dirección correcta, tal como se ha hecho en muchos países con mayores niveles de desarrollo. De igual forma, el aumento gradual de la cobertura de postnatal contemplado en el proyecto hacia mujeres trabajadoras que hoy no cuentan con ese beneficio -más niños con postnatal- es una excelente decisión.
Pero junto con fomentar el apego y el desarrollo afectivo de los niños y su vínculo con sus padres, se debe considerar los efectos que una medida como ésta puede tener en materia fiscal y en materia laboral. Desde el punto de vista de los recursos públicos, este proyecto implica un esfuerzo importante, en el cual vale la pena invertir, y cuyos costos se pueden compensar con una reducción de muchas de las licencias irregulares que hoy se utilizan para extender artificialmente el postnatal. Para ello ya se está trabajando tanto en el Ejecutivo como en el Congreso. Adicionalmente, parece correcto el límite de 30 UF de cobertura para los últimos 3 meses del postnatal. En Chile cerca del 83% de las mujeres que se beneficiarían de la extensión del postnatal tienen ingresos iguales o inferiores a 30 UF. Subir el límite implica un costo fiscal enorme, y no focaliza el apoyo en los quienes más lo necesitan.
En materia laboral, el debate legislativo sobre la extensión del postnatal será muy importante. Chile tiene una baja participación laboral femenina, especialmente en las mujeres más pobres, y el desafío es aumentarla, pues su crecimiento es un vehículo importante de superación de la pobreza y de desarrollo para la clase media. Por ello, creo que la irrenunciabilidad pensada para los cuatro quintiles más pobres debiera ser reemplazada por voluntariedad para todas las mujeres, no sólo para un grupo como está contemplado en la iniciativa del Ejecutivo. Si bien pueden existir asimetrías de poder en la relación laboral para las mujeres más vulnerables, que fundamenten el concepto de irrenunciabilidad, pareciera que el remedio podría ser peor que la enfermedad, dificultando el acceso al trabajo de las mujeres más pobres, y eventualmente afectando los salarios de las mujeres de mayores ingresos.
Por ello, es de esperar que avancemos hacia un postnatal flexible para todas las mujeres, con medidas que resguarden a las trabajadoras más vulnerables ante eventuales abusos por parte de los empleadores. La posibilidad de fomentar reintegro parcial para todas las mujeres, modalidades de teletrabajo o trabajo a distancia, entre otras, pueden ayudar a generar mayor flexibilidad y mayores oportunidades para que las madres puedan optar por mecanismos de conciliación compatibles con su realidad e intereses.
El postnatal es un proyecto importante y muy positivo, y en el debate que viene debemos ser capaces de compatibilizar de buena forma el desarrollo de hijos y madres, con el cuidado de las oportunidades de acceso al trabajo.
Diputado Ernesto Silva M (Diario Financiero) – 4 de marzo 2011.