17 junio, 2010 | 10:41 hrs.
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Sobre el cierre de calles y pasajes

Desde hace ya muchos años se han presentado proyectos de ley para hacerse cargo de un problema que muchos vecinos demandan: la posibilidad de cerrar sus pasajes y calles en ciertas circunstancias para disponer de un nivel de seguridad que se ve amenazado por los altos niveles de delincuencia que vive el país.

El tema ha vuelto a la opinión pública por diversas razones: el año 2009 se presentó una nueva moción cuya tramitación tuvo más velocidad, la Corte Suprema se pronunció sobre un caso puntual hace poco tiempo, y el Senado se encuentra analizando en segundo trámite constitucional el proyecto que consolida las distintas mociones parlamentarias en un solo proyecto de ley.

Se han dado distintos argumentos para oponerse a esta medida. El primero de tipo jurídico, planteando que las calles y pasajes son bienes nacionales de uso público y que no corresponde limitar o restringir su acceso o circulación por decisión de algunos vecinos. El segundo de tipo político, señalando que autorizar esta medida significa reconocer un triunfo de la delincuencia y que la única forma de enfrentar el problema para los vecinos sería recurrir al encierro en sus barrios.

Me parece que se trata de argumentos válidos. Respecto del primero, hay dos derechos en conflicto: la libertad personal y su libre circulación, por una parte, y el derecho de las personas a resguardar y proteger su integridad. Estimo que si el cierre de los pasajes se canaliza previa autorización de las direcciones de obras municipales, por horarios determinados, y por períodos de tiempo revisables y renovables, se pueden conciliar ambos derechos de forma adecuada.
En lo que tiene que ver con el sentimiento de estar perdiendo la batalla contra la delincuencia, estimo que ésta se enfrenta a través de múltiples instrumentos, por ejemplo la menor tolerancia contra faltas y delitos de menor connotación, la restricción de las posibilidades de libertad provisional en caso de reincidencia, la prevención temprana de la delincuencia infantil y del acceso a la droga de los jóvenes, entre otras. Creo que la medida de cierre de calles y pasajes, en los casos y formas que contempla la ley, es un instrumento más que ayuda a los vecinos que hoy se ven muy vulnerados en su seguridad.

El proyecto aún no está cerrado, de hecho en el Senado se encuentran en discusión una serie de indicaciones para perfeccionar el proyecto. A quienes quieran revisar con más detalle lo discutido en la Cámara de Diputados hace un tiempo, y lo que se está analizando actualmente en el Senado, los invito a revisar los antecedentes que se encuentran en el link adjunto: http://www.camara.cl/pley/pley_detalle.aspx?prmID=6755&prmBL=6363-06

 Diputado Ernesto Silva M – 17 de junio 2010.